Tepozteco
Tepoztlán se encuentra a unos 135km de la ciudad de Puebla, haciendo de este lugar el perfecto escape de fin de semana.
Al estar a aproximadamente 2 horas de Puebla, se ha convertido en nuestro getaway preferido en mi familia. Hemos visitado Tepoztlán infinidad de veces, sin embargo, en todas estas visitas siempre me opuse a subir el Tepozteco, pues se dice que es difícil de subir y que tardas entre 2 a 3 horas en subir y bajar el cerro. Esta noticia siempre causaba ruido en mi y hacía que me desanimara a intentarlo. Pero algún día sabía que tenía que hacerlo.
Y fue efectivamente en esta ocasión que logre superar el reto, ahora sí puedo decir que subí el Tepozteco.
Pero es importante recalcar que hay muchas otras cosas increíbles por hacer el Tepoztlán, como recorrer sus calles, comprar en el mercado de artesanías, consentirse con un masaje, entre otras, sin embargo hoy les hablaré de mi experiencia subiendo el Tepozteco.
Antes de emprender el camino hacia la cima del cerro, fuimos a comer los típicos itacates, son una especie de tortilla gorda rellena de guisado a elegir, una forma deliciosa para empezar el día y llenarte de energía para emprender la aventura.
Después de nuestro desayuno, compramos una botella de agua, getorade y un chocolate, listos para comenzar.
El clima afortunadamente estaba perfecto, estaba nublado, con un poco de aire, pero no demasiado frío, gracias a que el clima estuvo agradable durante todo el camino, la subida se hizo menos pesada.
Nos hicimos más o menos una hora y media en subir, pues déjenme decirles que no tengo condición para subir cerros, y aunque logre mi meta, me costó trabajo, muchas paradas, descansos e infinidad de sorbos a mi agua.
Al llegar a la cima, no pude creer que había logrado tal hazaña, fue sorprendente, las vistas desde la cima son impresionantes, pero sin duda lo mejor de todo es saber que lograste un gran reto.
Lograr subir el cerro del Tepozteco implica esfuerzo y determinación, tal vez para mi fue un poco difícil dado que no tenía la condición física necesaria, pero estoy consciente que para todos aquellos que lo suben de cierta forma implica esfuerzo y determinación. A lo largo del camino conocí a unos señores un tanto grandes que estaban subiendo el cerro, me impresionó tanto verlos, subiendo cada escalón, escalando cada piedra y dando cada paso. Esto me hizo entender que no importa que tan rápido llegues a la cima, es verdaderamente no importa, importa disfrutar el camino, darte la oportunidad de conocer gente, sentir y vivir la experiencia, llegar es parte del plan, sin embargo no importa que tan rápido llegues, pues cada quien tiene su proceso y su forma de llegar.